Entradas

Mostrando entradas de 2021

📝

 A principios de año me tocó ser fuerte y a finales me ha tocado ser feliz. Ha sido uno de los años mentalmente más duros de mi vida. Y también ha sido el plot twist más radical de mi vida. Pasé de estar abajo para estar en toda la cima y lo positivo es que se ha ido alargando en el tiempo dejando atrás todo lo gris que me atormentaba. He conocido a personas increíbles de las que no me quiero separar nunca y a las que sé que voy a tener en un futuro sin necesidad de pedirles que se queden. Este año he sabido celebrar todos los logros que he conseguido y he trabajado en mí más que nunca. He aprendido una cantidad innumerable de cosas que no quiero olvidar nunca. Pero he aprendido aún más de los retos que se me han puesto delante. Este año me he replanteado mi vida más que nunca antes y al fin he llegado a la conclusión que llevaba tiempo esperando. Por fin, después de tanto tiempo, he podido decir que soy feliz con la boca abierta. Y que se me presenten los retos que tengan que venir qu

Hace unas semanas

 Este año el otoño está siendo muy distinto. Muy distinto al de hace un año y muy distinto a muchos. Mentiría si dijera que no estaba muerta de miedo antes de venirme aquí.  El miedo a tener tan lejos a los únicos que nunca me han abandonado. Pero también mentiría si no dijera que este sitio está cambiando mis expectativas en cuanto a todo lo que pensaba sobre la vida. Santander me está dando las lecciones más importantes que he aprendido hasta ahora. Me doy cuenta de que hay gente a mi alrededor que son tesoros que tengo que cuidar. También mentiría si dijera que no estoy algo descolocada porque mi vida ha dado un giro de 180° en estos últimos meses de 2021. Pero es que no me quiero ir de aquí. Puede sonar egoísta si pienso que este es mi sitio... pero es que sí es mi sitio. Nunca jamás me había sentido tan plena en ningún lugar, nunca. Muchas personas y lugares se están encargando de ello.

Septiembre

 Y ahora que estoy a punto de irme me recorren mil pensamientos por esta cabeza que no sabe aún dónde está. Mucha incertidumbre y ganas de comenzar de cero en otro lugar... Aunque todavía no sé cómo voy a afrontar todos estos cambios sin los míos cerca. Aún quedan mil cosas por hacer, preparativos, una lista en mis notas de qué no se me puede olvidar... Y mi cabeza solo piensa en ellos. Aún no me he ido y ya llevo una semana despidiéndome porque sé cuánto voy a echar de menos esto. Pero la verdad es que no sé cómo se despide alguien de un sitio al que no sabe cuándo podrá volver. O al que sabes que no vas a poder volver todo lo que quisieras.  Me despido hasta de las puertas, es surrealista. De todos los lugares de mi casa que han sido refugio en muchas ocasiones, pero mucho más este último año. De mi perra que ha visto más lágrimas mías que nadie. De mi hermana que en situaciones como ésta te das cuenta de lo poco que le dices que la quieres y lo mucho que le agradeces que esté ahí pa
 Lo bien que te hace pasar momentos con las personas indicadas en los días indicados. Y es que últimamente estoy muy ocupada siendo feliz. Tanto, que ya no tengo conversaciones mundanas que solía tener por pasar el rato. Ya no gasto tiempo en aquellos que no lo gastan en mí. En cambio ese tiempo lo invierto en cuidarme a mí misma y en estar cerca de todo el que me hace irme a la cama pensando que vaya pedazo de día he pasado.  En los últimos días me han preguntado treinta veces cómo estoy y es que ese es el tipo de gente del que me quiero ver rodeada toda la vida. Esa que te ayuda lo que puede y si no puede te invita a un cubata y todo se arregla un ratito. Con la que puedes hacer planes de un minuto a otro y salen, de los que te impulsan y te hacen disfrutar de los impulsos locos que se os ocurren llevando dos copitas de más.  Últimamente he estado pasando por 180 estados de ánimo al día, pero gracias a ratitos como esos he conseguido que la estabilidad reine en mí. Y es que no hay qu
 Mentiría si dijera que no quedó una conversación pendiente. Si todo va bien ojalá poder llegar a tenerla algún día, cuando todas las heridas estén cerradas. Con otra mentalidad. En frío. Sin presiones ni juicios innecesarios. Solo dos personas hablando de lo que pasó. Cuando ya no duela tocar el tema. Ojalá algún día. 
 Ayer hizo un año de uno de los peores días de mi vida. De una de las peores semanas de mi vida. Pero a consecuencia de eso hoy sé a quién mantener a mi lado. Tu partida me abrió los ojos de una manera que nunca pensé.  Aunque me hayas visto triste estos meses me gustaría que supieras que estoy mejor, que tengo días malos pero cada vez son menos por suerte. Tengo muchos motivos para sonreír y los que tengo cerca me lo recuerdan casi todos los días.  Te diré una cosa que te va a gustar: no hay día en que no nos acordemos de ti. Aunque peleásemos más que otra cosa has marcado nuestras vidas para siempre. Desde ese día la niña y yo ya no nos peleamos a muerte, tal y como tú odiabas. Han cambiado muchas cosas por aquí desde que no estás.  "Con que te trate bien y te respete yo ya estoy contenta" ¿Te acuerdas? Fue de las últimas cosas que me dijiste. Quiero decirte que no se ha podido cumplir aún, que no pudo ser y he tenido que empezar de nuevo. Pero sobre todo quiero que sepas q
  Pues sí, hoy ya sí. Digo adiós a este nefasto año y pongo esperanzas en el que viene, porque 2020, me has dejado k.o.  Ya empezaste con mal pie desde el segundo mes del año, mi mes favorito hasta ahora. Te llevaste a un miembro de mi casa y nos dejaste grises para todo el año. El ánimo se fue recuperando un poco con el paso de los días. San Valentín, sorpresa por mi cumpleaños, carnavales... La verdad es que doy las gracias a los que estuvieron ahí conmigo intentando sacarme de casa y haciéndome reír lo que podían. Y os digo una cosa: lo conseguisteis. Al menos por un rato.  Tuve que posponer mis prácticas unos días pero cuando las empecé no quería que se acabaran, fueron maravillosas. Y llegó el puto bicho. Cuarentena acompañada. Nunca pensé que me lo pasaría tan bien estando encerrada en menos de 30 m ². Mis días se resumían en comer, dormir, reírme, hacer ejercicio (lo que podía) y ver El Internado. Y volví a casa y seguí pasándomelo bien, quién me lo iba a decir. No he podido ten